En este tiempo me junto con muchos calabacines de un tamaño muy grande y no sirven para rellenar... ya embote pisto para todo el invierno y siguen regalandome más, podría cortar los en trocitos o hacer puré y congelarlos pero realmente la crema de calabacín no es una cosa que me emocioné, más buen me parece un poquito sosa e insípida, por esto decidí hacer este sofrito que luego me servirá para hacer tortilla, añadirlo a cremas de verduras o utilizarlo para hacer pasteles , muffins o flanes de calabacín.....
Ingredientes:
Calabacín
Cebollas
Aceite
Sal y pimienta negra
Empezamos pelando ( o no, según guste) los calabacines y drogandolos como si se tratase de patatas para tortilla. Peleamos y cortamos en plumas las cebollas , la cantidad depende de la cantidad de calabacín y de nuestro gusto.
En una sartén ( yo cazuela eléctrica) ponemos un fondo de aceite, poco, siempre calculando las raciones que pueden obtenerse, aunque luego al escurrir la mayor parte del aceite desaparece, pochamos bien el calabacín con la cebolla luego lo pasamos a un colador y lo dejamos escurrir el agua que suelta junto con el aceite que le pusimos durante unas horas.
Una vez bien escurrido lo ponemos en botes y ĺos cerramos haciendo el vacío a baño María, recordando que siempre debemos utilizar tapas nuevas,
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